domingo, 3 de abril de 2011

Reflexiones en una calurosa tarde

   Buenas, el viernes pasado estábamos en el cumpleaños de nuestros amigos Chamo y Zaira y mientras nos comíamos las pizzas fuera del telepizza porque un niño enzima del Barça nos dijo que estaba reservado y nos echo a la calle empezamos a pensar sobre cosas no muy agradables, pero que te hacen reflexionar mucho.


  Primero nos dio por empezar a pensar que somos y por que estamos aquí, o para que servimos. Algunos como Mario pensaban que podíamos ser parte de un videojuego como los Sims, esta teoría fue rechazada rápidamente con risas variadas y con estupideces dirigidas hacia Mario. Otros pensaban que eramos la reencarnación de algo como dice la religión budista, pero esto también fue rechazado y llegamos a la conclusión de que estamos aquí por que sí y la única función que tenemos es estar y vivir.
  
 Después llegó la parte más espeluznante que fue la parte en la que estuvimos pensando que pasa cuando te mueres. Primero empezamos a hablar sobre que es lo que pesa los 21 gramos que pierdes cuando te mueres. Algunos, los mas espirituales pensaron que era el alma que pesaba 21 gramos y se iba al morir, otros decían que la sangre desaparecía y eso eran los 21 gramos y los más graciosines decían que era el pene que se te mete para adentro al morir.Luego nos dio por  pensar que cuando uno se muere todo se acaba y tu dejas de poder pensar para siempre, como si desaparecieras del universo. Otra teoría fue la de que cuando te mueres es como si estuvieras dormido y pudieras pensar, pero no moverte (como si estuvieras en coma pero sin poder curarte). Otra fue la reencarnación budista en la que cualquiera de nosotros pudiera haber sido cualquier persona o animal que ya se hubiera muerto. En lo único que estuvimos todos de acuerdo fue en que todos habíamos pensado esto alguna vez y que nos podíamos haber tirado más de media hora pensando y pensando en cosas no muy agradables. Pero todo esto no estropeo la tarde, porque fue un lapsus que nos dio y al final todo acabó entre sonrisas y gracias. Todo esto fue muy paradójico porque en ese cumpleaños me dio uno de mis patatuses que me dejan tocado y que os explicare en la siguiente entrada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario