Ya era hora de ir hacía el coche para trabajar, salí
a la una de la tarde, porque sabía que me iba a tirar un buen rato para llegar
y entonces comenzó el espectáculo. Yo tengo cortos conocimientos de conducir
por lo que me tiré casi media hora para salir de la zona de aparcamiento,
porque no quería rayar el preciado coche de mi hermana. Al llegar a la
autopista todo fue a peor, los coches me pitaban, me gritaban ¡mujer tenía que
ser! y esas preciosas frases machistas españolas y encima casi atropellé a una
pobre viejecita por partida doble, porque no me acordaba donde estaban los
pedales. Parecía que había pasado lo peor que era conducir, pero no me acordaba
de lo difícil que es ser enfermera sin tener ningún conocimiento de
ello.
Llegué a la planta que me dijo mi hermana y no me pudo tocar
un peor día para ser mi hermana, elevé la mirada al cartel y ponía QUIRÓFANO
yo pensé que no podía ser, pero si fue y en ese momento
gritaron "Sara prepárese para la operación del tumor del cerebro del
señor García". Menos mal que tuve suerte por primera vez en el día y estaba una
amiga de mi hermana en la misma operación que me ayudó a lavarme y ponerme las
cosas y creí que las cosas podían ir a mejor. Como no, me equivoqué
otra vez, era instrumentista y había una bandeja llena de instrumentos, de los
cuales yo solo conocía el bisturí, las tijeras y las pinzas. Durante la
operación el cirujano me pidió una cosa, que se me cayó en el hombre, que se
movió y el monitor empezó a bajar de pulsaciones hasta
que sonó piiiiiiiiiiiiiiiiiiii, pero en ese momento me salió
el héroe que llevo dentro y conseguí salvar al hombre, había conservado el
trabajo de mi hermana de forma notable. El cirujano me felicitó y me dijo que
podía irme a mi casa, que ya me había estresado suficiente. Otra vez de vuelta
al coche y al sufrimiento. Esta vez la pobre viejecita no tuvo tanta suerte y
la atropellé, pero flojito por lo que no la pasó nada grave y me fui pitando,
porque no tenía ningún papel. Llegué de nuevo a mi casa y me fui a dormir
y a intentar pensar que todo esto al día siguiente se pasaría y no hubiera
pasado nada malo